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Cuando un amigo se va de tu lado sueles ponerte triste.
Piensas egoistamente y dices: "qué cabrón", ¿ahora quién se hará cargo de todo lo que llevaba él?,
¿a quién podré asignar las treas complejas que son una "coñazo"?,
¿quién me ayudará con el puto inglés y las traducciones?
o también piensas....
¿quién me invitará a desayunar, cuando intencionalmente haya dejado mi cartera en la oficina?.
Cuando un amigo se va, piensas en muchas cosas que ya no podrás hacer junto a él....y eso es muy triste, tanto que pueden llegar a darte ganas de llorar.
Pero cuando pasas esa etapa, piensas en todos los momentos que has pasado junto a él a lo largo de los años.
En todo lo que te has reído junto a él y de él.
En todo lo que te ha contado y en todo lo que se ha guardado.
Y lo único que te sale.... es una sonrisa que te deja unos minutos con cara de tonto :-).
Cuando un amigo se va, cierras los ojos y tratas de buscar recuerdos malos, que te hagan enfadarte con él. Que te hagan pensar que ya no volverás a pasar por ese mal rato y la verdad es que no los encuentras.
Por más que busques, no los encuentras.
Y te digo la verdad, aunque hayan sucedido, no lo verás....
y sabes ¿por qué? ....
Porque tu corazón es muy sabio y sólo quiere mostrarte lo bueno.
Tu corazón te obliga a dejar de lado lo malo.
Porque la lección ya la aprendiste en su momento. Ahora es tiempo que aprendas otra....otra lección mucho más importante.
La lección que dice que, cuando te vuelva a ver, aunque hayan pasado los años, seguiremos sintiendo lo mismo.
La lección que dice que los amigos, son esa parte de tu familia, que tú eliges.
Y la lección más importante de todas...
Esa que dice que los amigos son para siempre.
De verdad que te extrañaré Chris.
Gracias totales.
Erasmo
@erasmolopez
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